5 de mayo de 2011

CUATRO

Tengo cuatro amigas que están embarazadas, CUATRO… Yo, que vivo con mi pánico crónico a los chiquitos, porque no se qué hacer con ellos, no los logro manejar, los siento tan frágiles que mejor ni los toco; y están estas cuatro que viven ilusionadas con su nuevo retoño que esta por venir.

El único bebe que me anime a cuidar fue a mi prima, el único ser humano que se puede jactar que me saco mi lado maternal. Aun así, es mi prima; cuando llora, se enferma, hay que comprarle los útiles del kínder, se vomita a media noche, tiene a sus papas que la ayudan y la mantienen. Yo soy la prima que la lleva a comprar helados de vez en cuando y que la caga por no hacer caso (ya me ha quebrado demasiadas cosas como para jugar de indiferente).

En estos momentos no me imagino como madre, porque no me creo capaz psicológicamente de tomar la responsabilidad de cuidar a un mini ser humano y porque siento que tendría que ganar el cuádruple de lo que gano ahora para poder mantenerlo y comprarle todo lo que a mí me gustaría que tuviera. Cabe recalcar que no tengo prospecto de padre, entonces no creo avanzar mucho en este aspecto…

CUATRO, sigo en shock de pensar que conozco tanta mujer embarazada. Creo que debido a mi edad, ya debería acostumbrarme a que mis amigos se casen, o por lo menos se vayan vivir juntos, que tengan hijos, que cuando se reúnan hablen de cómo les va a sus bebes en el kínder. Pero no logro aceptarlo, una parte de mi quiere seguir en esa fiesta eterna, sin preocupaciones ni hijos de por medio. Un primo me dijo que eso se me iba a quitar cuando consiguiera un novio que me hiciera sentar cabeza, osea, al paso que vamos, eso no va a pasar nunca. Me voy a convertir en esas doñitas fiesteras de 50 años, que las conocen en todos los bares y que se hacen amigas de los que se sientan en la barra.

No sé que me da más miedo, tener a alguien me diga “mami” o convertirme en una solterona que viva rodeada de gatos y que se muera por combustión espontanea y que nadie se cuenta.

1 comentario:

Liza dijo...

Naty, todo llega a su tiempo, es indescriptible el sentimiento cuando uno se entera que va a tener un hijo, es un conjunto de emociones inimaginables, sobre todo miedo, pero ya en el momento que le entregan a uno esa miniatura aparece el instinto de madre y como de la nada uno sabe que hacer o por lo menos si no lo sabe tiene a otras personas alrededor que lo pueden ayudar, asi que tranquila que cuando te toque vas a saber que hacer y sino nos tenes a nosotras para ayudarte :).