Esta es la historia de cómo se me convirtió el corazón en un cementito (gracias a Mariela por la comparación hecha desde hace años… )
- Conocer al mae “X”.
- Empezar a hablar con “X”, reconocimiento como ‘buena gente’.
- “X” invita a salir a Natalia (WTF, de donde vino eso?)
- Salir con “X”, el peor intento es el que no se hace.
- Aceptar que la salida no estuvo tan mal como había pensado (mierda, esta vara me agarro desprevenida)
- Seguir saliendo con “X” (peor es nada, igual vamos por buen camino)
- “Y nosotros que somos? Como la tengo que presentar a mis amigos?” me pregunta “X” (Demasiado susto que sea EL quien quiera saber) “Diay, que quiere que seamos?” (mae, que es esa respuesta??? Lo mejor de todo es que así se lo dije, jajajajaja)
- Natalia tiene novio (esa no es una frase que se oiga todos los días)
- Y pasa lo que tiene que pasar, se habla de lo que se tiene que hablar, se aprovecha de lo que se tiene que aprovechar.
- Nuevos descubrimientos salen a la luz: 1. Los compas de “X” son cavernícolas alcohólicos 2. “X” es más liberal de lo creído 3. Yo necesitaba más atención de lo que pensaba (hasta me dolió escribir eso)
- Contra todo pronóstico, nos dicen que hacemos bonita pareja.
- Y sobrevivimos la marca de los seis meses…
- Y de la nada, no sobrevivimos la del año…
- “X” decide cortar relaciones solo porque si, “si te quiero, pero es mejor que ya no estemos juntos”. OK, otra vez, WTF, de donde vino eso????
- Natalia se convierte en emo alcohólico por un tiempo prudencial (que feo la gente así)
- Después de superar el luto, Natalia supera la ruptura y queda dañada de por vida.
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