11 de abril de 2011

Perfect timing…

A todas aquellas personas que, como yo, que no hemos encontrado el amor eterno, la media naranja, el alma gemela; o por lo menos un noviecillo ahi “peor es nada”, creo que hemos pasado por la etapa “me fije en la persona equivocada, en el momento equivocado, en el lugar equivocado” por el simple hecho de que la otra persona esta convenientemente soltera y uno, en su estado asexual perpetuo tampoco tiene nadie que sea considerado una pseudo pareja.


Primero, en la juventud, está el típico mae gay que no ha logrado salir del closet, entonces como es lo más dulce del mundo, y en esas edades uno es demasiado ciego para aceptar lo obvio, el amor florece y nos enamoramos perdidamente de alguien con quien tenemos CERO oportunidad. Yo sinceramente creo que uno tiene que tener demasiado valor para salir del closet de manera oficial, pero igual, la quinceañera queda traumada porque su primer amor es, fue y será, muy gay.

Después esta el compa del brete, que se comporta súper especial pero 1. Tiene novia y nadie se molesto en mencionarlo 2. No entiende la diferencia entre enviar señales de amor y ser buen gente, entonces todos terminamos confundidos 3. Ejerce acción una mísera vez y luego desaparece 4. Sucumbe a los efectos del alcohol en repetidas ocasiones pero al final nadie sabe a ciencia cierta que paso… Lo mejor de todo es que en las cuatro situaciones he estado, y como todos suponemos, no salió nada positivo.

También está el amor platónico, personificado en el hermano guapísimo de una amiga, el compa del brete/u de una compa de una compa de una compa que se llega a veces a las “reuniones sociales”, el compañero de clase de la u que no tiene ni la mas mínima idea que existimos, o peor todavía, el profesor de la u que no tiene ni la mas mínima idea de que existimos.

Con el tiempo, las mariposas en la panza son cada vez menos comunes, y ya las mujeres con corazón de cemento no sentimos lo mismo cuando alguien muestra interés, porque ya no nos creemos esas demostraciones de afecto, que hasta nos pueden parecer molestas (sorry, lo cursi no va conmigo), nos ha pasado tanto, que ya no vemos mas allá de lo evidente…

1 comentario:

Lay dijo...

cierto, tantos golpes nos hemos llevado q nos hacemos insensibles