Será?

Yo empecé a leer desde los siete años, mi primer libro fue “El Rey Túnix”; lo leí como diez veces, mínimo… Después de eso, seguí comprando libros cada vez que podía (lo cual es casi nunca cuando uno tiene como diez años, pero le rogaba a mi mama que me los comprara, el esfuerzo de la rogadera cuenta como costo real muy alto)

Para mi las barbies pasaron a segundo plano, creo que por eso ese estereotipo de chica rubia y material no me pego tanto. Leí de todo, primero esas novelas infantiles que traen mas dibujos que letras, después fui comprando libros mas realistas, pase por la etapa de leer misterio (nunca logré adivinar quien era el asesino), después seguí con novela histórica (aprendí mucho) y luego fui depurando mi gusto literario.

A pesar de que nunca me gusto mucho la ciencia ficción, si puedo disfrutar de uno de esos libros súper light, con tramas tan predecibles y narraciones que a veces bordean lo impersonal; esos libros de romance con historias que hacen que uno se ilusione con la posibilidad de encontrar el amor eterno con el vecino nuevo, el jefe nuevo o el primo/hermano/cuñado del jefe nuevo. Obviamente, todo estos personajes tienen un físico perfecto, una personalidad que solo se puede crear para una novela y tienen un trabajo increíble, un carro último modelo y son huérfanos, entonces uno no tiene que lidiar con la familia.

Ahora me estoy leyendo una de esas series de libros con una heroína, y unos siete maes que quieren andar con ella; todos perfectos, yo me los imagino y hasta se me hace agua la boca, y me pregunto si yo algún día me voy a encontrar un hombre así… Tan sexy que con solo verlo uno piensa “a lo que vinimos”, tan caballeroso que uno se puede sentir inútil, tan tierno que a veces da asco…

Puede que yo no jugara mucho con barbies, pero creo que también los libros me jugaron una mala pasada. Examinando mis fallos amorosos, ninguno le llega ni a los talones a esos personajes de literatura, más bien serian los villanos que siempre terminan muertos al final del libro, o esos personajes secundarios que solo salen una vez, y para llenar campo, ni siquiera son importantes en la historia.

Es cierto que nos hemos vuelto muy exigentes, pero también de pura desesperación aceptamos a cualquiera, lo cual tampoco colabora. Yo voy a seguir esperando encontrar ese alguien, que tal vez no sea igual el príncipe azul de la literatura, pero que por lo menos colabore con la causa.

Solo quiero agregar que nunca he leído nada de Danielle Steele y no pienso empezar en un futuro cercano.