17 de octubre de 2011

Combustión espontánea

A veces siento un hueco en la panza, sin fondo, que se lo traga todo y me hace sentir más allá de vacía. No, no es hambre, ojala lo fuera, porque sería mil veces más fácil salir corriendo por un paquete de galletas y un jugo de frutas que ponerme a jugar de psico analista y descifrar que mounstro está creciendo en mi estómago…

El tamaño del bicho en cuestión es directamente proporcional a dos cosas, cambios hormonales o situaciones cotidianas, osea, que tan triste.

Las estúpidas hormonas juegan demasiado sucio, un simple saludo, un mensaje de texto malinterpretado o un simple despiste pueden ser el fin del mundo. Yo juraba que esas cosas no me pasaban a mi (así o mas engañada?), hasta que un día después de hacer un berrinche completamente infundado, un compa me dijo “mae, andas como regluda”… Ahí caí en cuenta que la madre naturaleza nos pega por igual a todas, y que ver “Los Puentes de Maddison” en esos días es una PESIMA idea.

El otro escenario es de la vida cotidiana, que antes me pasaba muy seguido, porque yo iba de “crush en crush”, ilusionada por la vida amorosa que nunca llego. Antes, para uno joven e impetuoso, un amor platónico es algo de todos los días, a sabiendas de que la vara no iba a llegar a ningún lado pero igual era “demasiado lindo” poder verlo todos los días, aunque fuera el mae guapo que uno veía en el bus, que nunca supo que yo existía y que fijo tenia pensión alimenticia para los 7 chiquitos, todos con una mamá diferente.

Ahora, que uno intenta ilusionarse menos y querer más, es mil veces peor, porque si se está interesado en algo decente y productivo, entonces sentirse ignorado es equivalente al fin del mundo como lo conocemos, a un suicidio social, a perder la oportunidad de encontrar nuestra alma gemela. Yo creo que lo que siento yo en ese momento es lo que debe sentir Harry Potter cuando sale un Dementor, ese pánico compulsivo a la soledad, a fallar ese estigma social de que uno está feliz solo si esta en pareja, ese terror a terminar en un apartamento, rodeada de gatos y muerta por combustión espontánea.

Lo mejor de todo es que eso me pasa con alguien que ni siquiera sabe que yo puedo estar remotamente interesada, porque 1. Soy pésima ligando 2. No entiendo indirectas ni puedo enviarlas tampoco 3. Jamás me le he declarado a nadie porque me da pánico el rechazo… Al final, creo que si voy a morir por combustión espontánea.

Bipolaridad

Me hace falta acurrucarme con alguien en las noches, para espantar el miedo al chupacabras; pero odio ese calor molesto de tener que dormir con una persona a la par.

Extraño ir al cine en pareja, pero detesto el preámbulo de escoger el cine, la película y la hora.

Quiero tener algo que hacer todos los domingos, pero disfruto demasiado de mi libertad de no hacer nada el fin de semana.

Necesito alguien que me siga la corriente, pero no quiero tener que recurrir a la misma persona todas las veces que quiera salir a disfrutar la noche.

Necesito compañía consistente, pero me aburro fácilmente de lo mismo…

Siento la necesidad de buscar una pareja, pero me da pánico el compromiso.